El valle de Incles, situado en la parroquia de Canillo, es uno de los parajes naturales mejor conservados de Andorra.
Es un valle de origen glaciar por el cual transcurre el río Incles, rodeado de picos de más de 2700 metros, el valle conserva parte de la forma de vida tradicional de la comarca ajeno a la explotación turística en el que aún se siguen encontrando pequeñas explotaciones ganaderas.
Además, el valle ofrece un lugar privilegiado para la conservación de la fauna y la flora pirenaica, varios itinerarios recorren las laderas del valle en busca de los lagos, praderas pirenaicas y picos que lo forman, como son las clásicas rutas que nos acercan a los lagos de Juclar, lagos de Cabana Sorda, lago de Siscaró, el puerto de Incles, que hace frontera con Francia, y el camino del Roc de L’Home Dret.