Este verano pasado, siguiendo el curso alto del río Manzanares desde su nacimiento hasta Manzanares el Real, no pude dejar de indignarme por la cantidad de gente que desde la Charca Verde hasta el aparcamiento del Tranco había disfrutando a su peculiar manera de este espacio natural, antes Parque Regional y ahora Parque Nacional.
Pero no me indigna la gente, porque no todos entendemos las cosas de la misma forma, si no los que hacen política y declaran espacios protegidos y no hacen nada por protegerlos.
Yo particularmente entiendo que para ir a tirarse en bomba a las pozas ya están las piscinas, para hacer botellón están los botellódromos, para escuchar música a todo volumen las discotecas, para hacer picnic hay áreas reservadas y merenderos, en fin, que nadie dice que cualquiera de estas actividades no sea una forma como otra cualquiera de pasar el tiempo libre, ¿pero era necesario que se siguiera haciendo dentro de un Parque Nacional? Claramente no. Cortar la cinta es muy bonito, pero hay que regular y proteger esa área que se ha protegido precisamente de la insensatez del ser humano.
Así que no tengo más que aplaudir la medida tomada que prohíbe el baño en el curso de la cuenca alta del río Manzanares así como las tareas de recuperación y limpieza que dice la Comunidad de Madrid que va a realizar, pero no puedo evitar criticar la pasividad con la que se ha actuado durante todos estos años en ese sentido.
Y si hace faltan medios y dinero para que La Pedriza y el Parque Nacional de Guadarrama sea eso, un Parque Nacional y no un estercolero, cobrar una Tasa para su conservación a aquellos que acceden en coche hasta los Parkings no es mala idea, que pasar el día en un lugar así no tiene precio aunque nos soplen unos euros, en la Plataforma de Gredos ya se hace así como en muchos Parques Nacionales o Naturales de otros lugares.