A pesar de sus valores ambientales de primer orden, a pesar de constituir un corredor natural que une la sierra con las campiñas y montes de La Mancha, el Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama es un espacio natural desapercibido. Sí que lo conocen y disfrutan los vecinos que habitan en los municipios que de Norte a Sur se extienden entre Galapagar y Batres, ya en la linde provincial con Toledo. Un total de 19 pueblos del Oeste de la región. Pero el resto de madrileños apenas tiene idea de su existencia.
Más aún desde el año pasado, cuando la creación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, por su nombre tan parecido, hiciera que el espacio que hoy visitamos se haya vuelto aún más desapercibido. Una pena, teniendo en cuenta, además, que este año se cumple, que no celebra, el 15 aniversario de su declaración.
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